Con los ojos negros agatados, y la piel delicada como el pétalo de una flor, emergistes de un océano lleno de tormentas internas y sobrevivistes a mil batallas sin espada y con mucho amor.
Tu, mi lucero de vida, mi heroina, todavía me pregunto como puede existir una roca tan sensible y delicada como una flor de cristal y tan viva que ni un llanto de recién nacido.
Te quiero y admiro hasta el fin de mis días……
Tu, mi lucero de vida, mi heroina, todavía me pregunto como puede existir una roca tan sensible y delicada como una flor de cristal y tan viva que ni un llanto de recién nacido.
Te quiero y admiro hasta el fin de mis días……
0 comentarios:
Publicar un comentario