Búsqueda

Azulejar
las tinieblas
para no percibir
la oscuridad.

Correr
con esfuerzo
entre los campos
para no claudicar.

Curvar
las rectas
para no estrellarse
contra el muro final.

Empecinarse
a avanzar
entre los campos
sin saber encontrar el mar.

Vislumbrar
aguas cambiantes:
contigo, río,
maravillosamente
puedo andar.

UN AMOR PLAUSIBLE

M’observen les garses
i jo travesso
camps de perdiuetes
per percebre la modulació
de les teves moixaines.

Qui sap si mai
enllestiré aquest poema.

Em vigilen els pàl•lids rostres
dels espectres
d’un passat juvenil
per envejar la satisfacció
de les teves carantoines.

M’acompanya el gèlid perfum
de la indecisió
d’abandonar el teu record
per oblidar el gaudi
de les teves magarrufes.

Qui sap si mai sabràs
que t’he escrit aquest poema.

Haz que las palabras rompan tu silencio



Esperábamos una voz que se asomaba del silencio.


Nos acechaba el frío en el vuelo sorprendente de la poesía,

el azar de las palabras, los cientos de versos que forman un paisaje y una chispa se hace llamarada de sentido.


Así como quién busca en arenas movedizas, anduvimos por viejos mundos.


Nos aventuramos a una voz desconocida,

sus palabras volvían río abajo como el llamado del diluvio,

sus manos temblorosas abrazaban la congoja vestida de poesía.


Balbuceamos sus versos, amordazamos el tiempo, devoramos migaja por migaja su creación.


Éramos todos los nombres y éramos el viento.


Junto al color del chocolate, el olor a nuez,

la tormenta de la poesía nos decía:

“Haz que las palabras rompan tu silencio”


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09-01-2010