LA NOCHE ES LA GRAN DUDA

Un sudor frío me estremece cuando el sol se precipita.

El tiempo se detiene mientras un río de vino ahoga mis delirios,

delirios de amor, de odio, de grandeza y desesperación.

Gritos que enmudecen los silencios de la noche.

Danzas que se detienen al alba por un amor perdido.

Mi rostro se refleja en una copa de palabras vacías

malgastadas por el tiempo de las estrellas que nos vieron.

Supernovas y enanas blancas, fugaces y espontáneas

Agujeros negros que nos absorbían la energía en la sombra del sol.

Y yo, dudoso, esperaba que naciese una nueva estrella.

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