Cuando muera

Cuando muera,
quiero flores de mar y estrellas de arena,
danzas de fuego sobre cumbres profundas
Veintiún gramos separan el sufrimiento de la oscuridad.

Cuando muera,
lo dejaré todo sin saberlo,
aquello que no vi o que no conocí,
aquello que no leí o que no escribí,
aquello que no sabía que existía.

Cuando muera,
no sabré que estoy muerto.
Cuando muera sufriré por todo y por nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un altre poema sobre un dels teus temes recurrents, però sona bé, llegit i la poesia és milor escoltada, sentida per la veu.

Clau dijo...

La frase final me hace pensar que algunos dias la diferencia entre estar vivo o muerto es fina como un cabello encanecido. Creo que hoy anda cerca el "pesimista de pupila enlutada". Me gusta mucho este poema!