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Personalidad impredecible, cautivante pasas de la bravura a la calma como si nada. Te veo enfurecido, y en un abrir y cerrar de ojos, desaparece tu rabia para dar paso a una calma que me asusta. Golpeas millones de años desgastando recuerdos, puliendo las rocas, acariciando corales hasta el agotamiento.
Un día te levantas y decides que vas a arrasar una isla. Nada de lo que hay fuera te pertenece, pero demuestras que puede ser tuyo en el momento que te lo propongas. Sabes que el setenta por ciento del planeta es tuyo. Exhibes tu grandeza con arrogancia. Después de mostrar tu odio, te arrepientes, y das una vida nueva donde la quitaste.
Aquello que es tuyo lo cuidas como un hijo. Ves como las especies crecen y evolucionan. Tu edad es de mil quinientos millones de años, aunque te conservas bastante bien, teniendo en cuenta que en los últimos cincuenta años el ser humano no ha hecho otra cosa que castigarte sin piedad. A veces me pregunto: ¿Cuánto tiempo podrás resistir esta tortura despiadada? Te roban los hijos con máquinas infernales. Te ensucian el alma y el rostro con petróleo, el mercurio tampoco falta.
Tu venganza va a ser terrible. Maremotos, tsunamis y tormentas blancas son tus armas. ¿Qué va a hacer el hombre contra eso? Tan solo esperar que tengas un buen día y le permitas al pescador solitario que te saque algún hijo para alimentar a su familia.

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