Búsqueda

Azulejar
las tinieblas
para no percibir
la oscuridad.

Correr
con esfuerzo
entre los campos
para no claudicar.

Curvar
las rectas
para no estrellarse
contra el muro final.

Empecinarse
a avanzar
entre los campos
sin saber encontrar el mar.

Vislumbrar
aguas cambiantes:
contigo, río,
maravillosamente
puedo andar.

UN AMOR PLAUSIBLE

M’observen les garses
i jo travesso
camps de perdiuetes
per percebre la modulació
de les teves moixaines.

Qui sap si mai
enllestiré aquest poema.

Em vigilen els pàl•lids rostres
dels espectres
d’un passat juvenil
per envejar la satisfacció
de les teves carantoines.

M’acompanya el gèlid perfum
de la indecisió
d’abandonar el teu record
per oblidar el gaudi
de les teves magarrufes.

Qui sap si mai sabràs
que t’he escrit aquest poema.

Haz que las palabras rompan tu silencio



Esperábamos una voz que se asomaba del silencio.


Nos acechaba el frío en el vuelo sorprendente de la poesía,

el azar de las palabras, los cientos de versos que forman un paisaje y una chispa se hace llamarada de sentido.


Así como quién busca en arenas movedizas, anduvimos por viejos mundos.


Nos aventuramos a una voz desconocida,

sus palabras volvían río abajo como el llamado del diluvio,

sus manos temblorosas abrazaban la congoja vestida de poesía.


Balbuceamos sus versos, amordazamos el tiempo, devoramos migaja por migaja su creación.


Éramos todos los nombres y éramos el viento.


Junto al color del chocolate, el olor a nuez,

la tormenta de la poesía nos decía:

“Haz que las palabras rompan tu silencio”


Postal

09-01-2010




L’eternitat


Cau l’aigua

com encenalls d’un llac

engolits per núvols transparents.

Els vianants

avancen per congosts

i els soldats de la cultura

trepitgen els gorgs.


És el mateix gel líquid

que mullava els arameus.

És el preuat suc dels pagesos

que acarona les llambordes,

que havien estat petjades de beduïns.


Les noces entre el cel i la terra

agermanen els paraigües i les cadires de rodes.

Queden lluny les sirenes

no creades per Magritte.


L’efusió deixa xops

els marquesos, els ducs, els comtes i els patricis.

L’efusió deixa xops

els miserables, els pelacanyes.


És la mateixa pluja

dels cavernícoles,

els del segle XXI

i els que estan a l’atur

i xoquen amb un mur.


Eterna vena de la terra

que venint del cel

l’objectiu mai no erra.


Com diu Josep Carner:

Plou a totes les estacions de França

i el poeta es mulla

sense recança.

Seducción




Salí a buscarte
vistiendo mis mejores rayos,
disfrazada del sosiego
de mi baño rosado al anochecer.

Pretendes a gritos
acostarte en la falda de cualquier roca,
acariciando hasta el más rígido cabo
coqueteas conmigo .

Siempre asomas
desde cualquier recoveco
tejiendo una tela inexistente que nos une.

Y sin embargo,
me condenan a estar alejada de ti,
inmersa en la seducción de nuestro encuentro.

No sirve de nada.
La sombra está entre nosotros,
te rozo cien veces cada noche.

Laberinto

Inspirado en El jardín de los senderos que se bifurcan, de Borges



El apetito casi saciado y tiempo por delante antes del encuentro. Las manos del maestro le abren el libro de los manjares que determinarán aquella tarde.

Dulce leche, dulce crema, pura sensualidad. Nata y queso, recostados en una cama de galleta, coronados por un velo de arándanos almibarados, se funden en un abrazo infinito.
La imagina esponjosa y suave, pero vestida de blanco y morado se resquebraja al paso del tenedor insolente que intenta ultrajarla. En la boca, le invade los sentidos, que le acercan a la época en que la leche era algo cotidiano.

Sus ojos le obligan a pararse en otra tentación.
A la vista le encanta tenerla delante. Sobre las líneas rectas de hojaldre descansan finas láminas curvas de la fruta más ligera, la fruta pecadora, disimuladas por transparente gelatina.
Bajo el cuchillo, su aspecto tostado augura el crujido de las capas pegajosas.
La piensa gustosa y dulce, pues la fruta, antes insípida, se transforma en oro comestible; se excita, se abre de piernas ante su enemigo, el fuego.

De un color famoso por su dulzura, se fija ahora en un postre que le despierta de su ensueño. Golosa fundición por dentro, crujiente voluptuosidad por fuera. Hecho de cacao, salpicado de nueces.
Caliente, se convierte en un paraíso negro que le deja sin sentido al someterlo a la autoridad implacable del blanco helado de vainilla.
Acompañado por su contrario y cómplice, le seduce con un sucio baile que cautiva los sabores experimentados.

Tomada estaba la decisión, no se pudo zafar de ella. Fue un encuentro delicioso. Sus poros no dejaron de recordarle el placer que reflejaba su paladar.

Inspirado en la obra de Cesare Pavese

De niña cavabas en surcos tus sueños de campesina.

Violabas la tierra con ideas de deseos, prosperidad y éxito.

Para alcanzarlas, tendrás que encontrar tu viña predilecta, desposarla y vivir quedamente en la sombra.


Al llegar a la ciudad y comprobar que las miradas tienen dulzor de uva, olvidaste tus anhelos y los cambiaste por una vida en el burdel.


Más tarde, descenderás al remolino, muda.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.